Hablar en Público; ¡convencer y vender!

Hablar en público es una habilidad que muy pocos de nosotros creemos tener desarrollada, siempre pensamos que “nosotros somos incapaces de hacer eso”, pero ¿cuántas veces hemos intentando hablar en público?

No se equivoquen, hablar en público lo hacemos constantemente, todos los días de nuestra vida le estamos hablando al público, lo único que diferencia una charla a la que considerar “normal”, de una charla que consideramos “extremadamente difícil”, es el punto de vista con el que la plantea nuestra mente.

Nuestra mente, es nuestro peor enemigo, ella y solo ella puede darnos grandes éxitos, y grades derrotas. Tiene poder absoluto sobre nuestro cuerpo, puede otorgarnos elocuencia o unos sudores fríos horribles, pero ¿no les parece exagerado que solo una parte de nuestro cuerpo pueda con el resto? A mí me parece vergonzoso, por eso no le dejo, llevo al resto de miembros de mi cuerpo a liderar una revuelta contra ella, bajo el grito de guerra de: YES WE CAN! Y la mente, señores, ¡se rinde!

El nacer o no nacer para hablar en público es una falsa excusa que nos decimos para no tener que enfrentarnos a las cosas por primera vez, ¿verdaderamente creemos que todos los oradores han subido por primera vez en su vida encima de un escenario y han sido capaces de enlazar historias, ser elocuentes, poner ejemplos, mirar al público, usar un tono de voz dinámico, captar la atención y seducir al auditorio durante 4 horas? Seamos realistas, no.

Todos los trabajos del mundo, requieren preparación y práctica, y este es uno más, practicar, practicar y practicar, es la única manera de ser un gran profesional y, al igual que cualquier trabajo del mundo, solo practicando seremos los mejores.

Pero, como cualquier trabajo en el mundo, siempre aprendemos más rápido si tenemos unas pautas, un maestro o algo sobre lo que guiar nuestros pasos. Aquí van unos consejos express que pueden ayudarte a ser mejor orador, pero recuerda: Practica, Practica y Practica, y cuando estés agotado: PRACTICA, y vencerás.

1. Para vencer el nerviosismo:

a. Prepárate muy bien la presentación, cuando no estás acostumbrado a hablar en público, el 80% de tu éxito radica en lo bien preparado y documentado que lleves el material sobre el que vas a trabajar. Es tu full de Ases.

b. No es lo mismo Estar, que Llegar. Si puedes Estar antes que el público en el auditorio, el impacto será menor que si Llegas, tu cuerpo se acostumbrará a tener la posición “central” poco a poco.

c. Empieza con la conversación del ascensor, vas rompiendo el hielo mientras la gente se va sentando, tú te vas sintiendo más cómodo, y pasan de ser tus enemigos, a tus amigos.

2. Para Vender tu producto:

a. Recuerda, ellos están ahí por algo, lo primero que has de hacer es, averiguar por qué, y en función de esa respuesta, has de estructurar toda tu presentación. Tu presentación no depende de ti, depende de ellos, si les das lo que quieren oir, te escucharán, de lo contrario, puede que solo te escuches tú.

b. Sigue a pies puntillas la técnica ANSVA: Atención, Necesidad, Solución, Visualización, Acción.

b1. Invéntate algo para captar la tención del auditorio, entrega tarjetas, lleva muestras…, genérales una necesidad imperiosa y dales la solución a esa necesidad, mejor: enséñasela (visualización), y por último, diles cómo la pueden comprar.

c. No hables de características de tu producto, habla de ventajas y beneficios, ¿qué van a obtener ellos si verdaderamente compran tu producto?

3. Para que tu lenguaje no verbal sea impecable:

a. Controla los 5 básicos; Vista, Voz, Manos y Brazos, Cadera y Piernas y pies.

a1. Si has de elegir, mira hacia el fondo del auditorio, no te quedes en las primeras filas, y a poder ser, mira de izquierda a derecha, para dar la sensación de control.

a2. Voz firme y fuerte, habla a un auditorio el doble de grande del que te diriges, denotarás emoción y convicción.

a3. El movimiento de tus brazos y manos han de acompañar tu mensaje. Mucho cuidado, la mayor parte de las veces tienen vida propia. Evita salir con folios y con bolis, aunque si has de elegir, sal con un boli sin tapa y que no haga ruido.

a4. La cadera ha de estar siempre recta, no vale otra postura, evitarás balanceos y no distraerás la atención.

a5. Pasearte por el auditorio, mantiene la atención del público y si lo haces despacio y tranquilo, relajarás tus músculos y darás sensación de control; pero en exceso, denota todo lo contrario, por ello, si ves que tus pies tienen vida propia, ponlos en “cemento” fijos en el suelo, con toda la planta en el suelo y un poco separados entre ellos, y poco a poco, aventúrate a dar pasitos.

Y, por último, nunca olvides que a andar aprendiste andando, por lo que sobra decirte cómo aprenderás a hablar….

Suerte, Yes We Can!

Adriana Rubio Peris

Consultora de Equipo Humano