Una horchata con Paloma Mas

Se llama Paloma Mas y lleva pólvora en las venas. U horchata con fartons. O todo a la vez. Porque Paloma otra cosa no, pero no puede ser más valenciana y granota. Aunque su vocación desde muy pequeña era convertirse en La Rana Gustavo (igual de dicharachera que él), acabó dedicándose al mundo de las startups "gracias a una bonita casualidad que le llegó en la universidad". Empezó en Valencia, luego hizo las maletas para irse a vivir la experiencia madrileña en Campus Madrid de la mano de TechHub, y después volvió a la terreta con Plug and Play y su Silicon Valley in a box.

Lleva más de 6 años metida en el mundo tecnológico y no se cansa de él. Pero es que ella es así: incombustible. Ahora se dedica a invertir en proyectos de retail en todo el mundo, teniendo la oportunidad de conocer nuevos lugares y el futuro que nos espera "no dejo de quedarme muerta una vez a la semana con lo que la tecnología hará en menos de 10 años". De ahí que se sienta tan afortunada. En su día a día te la puedes encontrar entre el Cabañal, el aeropuerto de Manises y Munich, Berlín o San Francisco, con la maleta siempre a cuestas. Y, cuando la jornada se lo permite, se escapa a sus fallas, encuentra su punto zen en pilates, juega con su sobrino Nicolás, o, simplemente, pasa el tiempo en familia y con su novio. 

 

Un libro:

El camino, de Miguel Delibes.

 

Un disco:

Delafé y las Flores Azules vs. Las trompetas de la muerte.

 

Una película:

Cantando bajo la lluvia. Levanta hasta el día más malo 

 

Un personaje que te haya marcado:

Claramente, Lola Flores. El claro ejemplo de cómo vivir tu vida como te dé la gana, sin que nadie te juzgue. Apasionante y cañí.

 

Una ronda:

Soy muy fan de Laura González-Estéfani y de The Venture City. Están haciéndolo muy bien. 

 

Un inversor:

Aunque Pablo Lancry y Gonzalo Tradacete me parecen dos TOP, me quedo con Mercé Tell. 

 

Un CEO:

Imposible elegir. Tengo demasiados ojos derechos en Plug and Play. 

 

¿Cuál ha sido la mejor decisión que has tomado a nivel profesional?:

No tener miedo de irme cuando tocaba irme, y de volver cuando quería volver. 

 

¿Y personal?:

Admitir que vivía algo tóxico, pasar página, y dejar que lo bueno entrase de nuevo a mi vida volviendo a ser yo.  

 

Una comida:

Arroz al horno. Y de mi madre. Cero tonterías. 

 

Un bar o restaurante de tu ciudad:

No sabes lo que es el Cabanyal hasta que no vas al Montblanc. 

 

Un sitio para reunirte:

El clavo. Al lado de mi falla, de mi casa y de mis amigos. Sitio de reunión oficial. 

 

¿Con quién te tomarías un café?:

Por soñar, me encantaría conocer a Justin Trudeau. Si hace falta pruebo el café canadiense. 

 

¿Y un vermut?

Seguro que una jornada de vermut con Eduardo Díez-Hochleitner no tiene desperdicio. 

 

¿Con quién conversarías off the record tomando una horchata?

Con Fred Wilson. Aunque ya te digo que hablaríamos poco de inversiones y más de cómo hacer una buena paella. 

 

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